cronicas de un viajero en busca de la felicidad bangok II

Pues si mis amigos:Con poca hambre ya que he descubierto el desayunoperfecto. A partir de las siete de la mañana, ir detenderete en tenderete en las callejuelas próximas alremedo de hotel que me buscado, y probar los guisos alwok recién hechos ( llenos del hollín del carbón yla contaminación), pasta china, cocina tai, brochetasbirmanas, pescados recién muertos y cubiertos por unacapa que se mueve y que se parece curiosamente a milesde moscas. PEro todo esta bien y nada sienta mal,será que tengo un estomago resistente o será que losdioses cuidan a los inconscientes, pero todavíaindemne y con muchos platos por probar.Hoy paseo de casi diez horas por toda la ciudad queresulta inabarcable, plena de pequeñas plazas y callesllenas de tenderetes todos dedicados continuamente ahacer comida, desde el alba al ocaso, ni un momento dereposo. La ciudad es gris, oscura atormentada. Estaencorsetada por el río y por las vías rápidas que lacruzan en altura como cicatrices que la deforman y laalejan. La contaminación, pica en los ojos, la nariz yla garganta y toda la villa ha sido conquistada porsus ciudadanos, junto a un rascacielos una chabola conpollos y patos, en las construcciones abandonadas,algunas con 20 o 30 pisos se arraciman personas queallí viven. El el viejo Chinatow todo es de madera yparece llevar alli, desde el comienzo del mundo. Loscomercios son tenderetes, los ejecutivos comen enellos desde un jaguar de 15 millones, las casas solodisponen de una estancia y la vida se hace en lacalle. el Carbón negro se quema sobre vasijas donde sedoran brochetas de cualquier cosa...Miles de olores, sensaciones, faces, cuerpos,miradas, estulticia, irritación, bondad, deseo, en finla vida...En pocos días me ire a la selva, all',i será difícilencontrar un ciber café así que no me tachéis deingrato sino os escribo en algunos días.Besos desde algún lugar.