
Queridas amigas respetados amigos
Vereis, os escribo pues quiero agradeceros y contaros una pequeña cosa, el porque de mi salida del grupo de guerreros de la familia azúl hace casi tres años.
Con vosotros me encontraba maravillosamente y aún hoy os amo. Una familia muy especial, libre y con valores muy preciados: autenticidad, compromiso, dedicación.
En las tierras de Armenteras era donde yo ansiaba vivir y morir y volar en arabescos trazos entre las hojas de los pinos y la umbría del camino de las hadas, entre el olor de las colinas y el rumor de los lagos, entre el sabor de la arcilla y la textura de los terrones de la tierra arada.
No fue así, pues mi camino divergió me sacó de la cómoda atención de los grupos de trabajo, de la amistad en las tareas y los compromisos, de la sonrisa de las amigas tan queridas , de la enseñanza de los maestros respetados. Me llevó de la mano hasta una nueva encrucijada y allí fue momento de elegir: el trabajo arduo en un nuevo camino y sin seguridad de llegar al fin, o volver a lo conocido a Armenteras a trabajar lo que ya he amado, las mujeres amantes, los hombres amigos, el trabajo en una línea y gentes a quienes amo. Volver al mundo y enfrentar a lo que más temo, dejar la ermita y la tranquilidad, dejar la altura que ya habia alcanzado, el status adquirido y empezar de menos cero, pues no solo es caer sino que por ese camino no puedes volver a subir. Es otra escalera hasta el cielo, otra revolución, otro mapa del tesoro.
Os quiero un montón, por vosotros mismos, por todo lo que habéis representado para mi y todo lo que he aprendido a vuestro lado. Gracias de corazón. Gracias por el respeto a mi decisión, aún sin saber porque de la noche a la mañana ya no estaba a vuestro lado, sin un reproche , sin un comentario. Libertad si, y bien aplicada.
No pasó nada malo, no hicisteis nada erróneo, ni yo tampoco. Solo una encrucijada y una decisión: a un lado un camino con amigos y lo conocido y el status y las gabelas de la admiración, al otro un camino nuevo de trabajo. Ahora siento que os puedo dar, siento que os debo dar, que ha llegado el momento de esta pequeña explicación, sin importancia personal, sin ganas de remover el pasado ni de llamar vuestra atención, solo quiero pediros perdón; pediros perdón si a alguno de vosotros, alguna de vosotras, a alguna persona de la familia azul defraude o herí, lo siento, os portasteis maravillosamente conmigo, gracias.
Os quiero mucho y os deseo seguridad, inteligencia, justicia, orgullo, amor y alegría
Aquel que conocisteis como Águila en el camino del conocimiento y que os lleva en el corazón.
Vereis, os escribo pues quiero agradeceros y contaros una pequeña cosa, el porque de mi salida del grupo de guerreros de la familia azúl hace casi tres años.
Con vosotros me encontraba maravillosamente y aún hoy os amo. Una familia muy especial, libre y con valores muy preciados: autenticidad, compromiso, dedicación.
En las tierras de Armenteras era donde yo ansiaba vivir y morir y volar en arabescos trazos entre las hojas de los pinos y la umbría del camino de las hadas, entre el olor de las colinas y el rumor de los lagos, entre el sabor de la arcilla y la textura de los terrones de la tierra arada.
No fue así, pues mi camino divergió me sacó de la cómoda atención de los grupos de trabajo, de la amistad en las tareas y los compromisos, de la sonrisa de las amigas tan queridas , de la enseñanza de los maestros respetados. Me llevó de la mano hasta una nueva encrucijada y allí fue momento de elegir: el trabajo arduo en un nuevo camino y sin seguridad de llegar al fin, o volver a lo conocido a Armenteras a trabajar lo que ya he amado, las mujeres amantes, los hombres amigos, el trabajo en una línea y gentes a quienes amo. Volver al mundo y enfrentar a lo que más temo, dejar la ermita y la tranquilidad, dejar la altura que ya habia alcanzado, el status adquirido y empezar de menos cero, pues no solo es caer sino que por ese camino no puedes volver a subir. Es otra escalera hasta el cielo, otra revolución, otro mapa del tesoro.
Os quiero un montón, por vosotros mismos, por todo lo que habéis representado para mi y todo lo que he aprendido a vuestro lado. Gracias de corazón. Gracias por el respeto a mi decisión, aún sin saber porque de la noche a la mañana ya no estaba a vuestro lado, sin un reproche , sin un comentario. Libertad si, y bien aplicada.
No pasó nada malo, no hicisteis nada erróneo, ni yo tampoco. Solo una encrucijada y una decisión: a un lado un camino con amigos y lo conocido y el status y las gabelas de la admiración, al otro un camino nuevo de trabajo. Ahora siento que os puedo dar, siento que os debo dar, que ha llegado el momento de esta pequeña explicación, sin importancia personal, sin ganas de remover el pasado ni de llamar vuestra atención, solo quiero pediros perdón; pediros perdón si a alguno de vosotros, alguna de vosotras, a alguna persona de la familia azul defraude o herí, lo siento, os portasteis maravillosamente conmigo, gracias.
Os quiero mucho y os deseo seguridad, inteligencia, justicia, orgullo, amor y alegría
Aquel que conocisteis como Águila en el camino del conocimiento y que os lleva en el corazón.
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